Vuelve la ikurriña
El 5 de diciembre se disputaba en Anoeta el derbi vasco entre la Real Sociedad y el Athletic. En conmemoración del 34 aniversario de la reaparición pública de la ikurriña de la mano de Kortabarria e Iribar en 1976, en esta ocasión fueron los capitanes Gurpegi y Aranburu quienes portaron esa misma bandera aunque ahora ya de forma legal. Antes del comienzo del partido el público cantó a modo de karaoke la canción “Guk euskaraz, zuk zergaitik ez?” (Nosotros en euskera, ¿Tú por qué no?) en apoyo a la lengua vasca. Declaraba el presidente de la Real Sociedad que “la Real está muy unida a Gipuzkoa y el mejor valor para estar unido a Gipuzkoa es el euskera, que quizás es nuestra identidad cultural y el mejor valor que tenemos. La Real Sociedad trabaja intensamente por el euskera en todos los aspectos”.
Beti gogoan
No fue el único acto social o político de esa tarde. Antes del partido y convocado por la plataforma Esait, una manifestación transcurrió en los alrededores de Anoeta en homenaje a Aitor Zabaleta en el 12º anivesario de su asesinato. Este hincha de la Real Sociedad fue apuñalado por un neonazi seguidor del Atlético de Madrid en las mismas puertas del Vicente Calderón en diciembre de 1998. Desde entonces, todos los años en su aniversario la afición realista le rinde homenaje, en esta ocasión acompañados también de seguidores rojiblancos.
Volviendo a los orígenes. El fútbol por el fútbol.
El 8 de diciembre caía eliminado en la copa inglesa en FC United of Manchester. Este equipo, formado por socios descontentos del Manchester United, tiene como peculiaridad que el club está en manos de sus aficionados, los cuales rechazan hacer negocio con el deporte. “Our club, our rules” es su lema. Aunque están en la 7ª División inglesa, unas 7.000 personas se juntaron en su estadio para ver como caían derrotados por 0-4 ante el Brighton, de 2ª División. Pese a las ganas de pasar la eliminatoria, para ellos el resultado es lo de menos. Son conscientes de su presupuesto, de su capacidad, y su única ambición es llegar hasta donde puedan, deportivamente, pero sin hipotecarse y sin especular económicamente. El fútbol por el fútbol, la diversión que nunca debió dejar de ser este deporte.
Selecciones territoriales: entre la diversión y la reivindicación.
Este mes es tradicionalmente el de las selecciones no oficiales. Las selecciones vasca, gallega y catalana volvieron a los terrenos de juego en estas fechas. El 29 de diciembre la Euskal Selekzioa se enfrentó a la selección de Venezuela en San Mamés. Con las entradas agotadas, el ambiente era tan político como futbolístico. En el campo, victoria de la tricolor vasca por 3-1. En las gradas, principalmente mensajes a favor de la oficialidad de la selección para competir internacionalmente. También hubo otras pancartas por la independencia, por el agrupamiento de los presos e incluso de apoyo a la revolución bolivariana en Venezuela.
Gabilondo, del Athletic, y Xabi Prieto, de la Real Sociedad, mostraron en una entrevista su apoyo a la oficialidad de su selección. El extremo del Athletic comentaba que “Nuestro objetivo es poder disputar algún día un partido oficial. Es lo que a todos nos gustaría, pero eso ya no depende de nosotros.”, mientras que el capitán realista al ser preguntado por el futuro de la selección vasca contestaba que “Nos gustaría verla jugando un Campeonato del Mundo”. Estas declaraciones no deberían sorprender en vista de que la mayoría de futbolistas vascos han firmado varios manifiestos a favor de competir internacionalmente con la Euskal Selekzioa.
El 28 de diciembre, la selección catalana por su parte se enfrentó a Honduras, a la que derrotó por 4-0 ante unos 30.000 espectadores. En las gradas, multitud de esteladas, la bandera independentista catalana, y otras pancartas reclamando la independencia, entre otras reivindicaciones.
Por último, la selección gallega jugó ante un combinado de jugadores palestinos el 26 de diciembre. Sin embargo, esta selección gallega no fue convocada por la Federación de Fútbol Gallega, ni por ningún otro organismo oficial. Por tercer año consecutivo, los encargados de organizar este encuentro fueron Siareir@s Galeg@s, la organización que reúne a los seguidores de A Irmandinha. Esta jornada deportivo-reivindicativa contaba con un torneo de futbolín, una manifestación por la oficialidad de la selección gallega, un concierto y el propio partido de fútbol. Esta selección gallega no contó con jugadores de primer nivel, pese a que en un principio sí pensaban acudir algunos futbolistas profesionales y semiprofesionales. Sin embargo, parece que finalmente declinaron asistir por presiones de sus clubs, tanto deportivas por miedo a lesiones, como políticas. El combinado mixto gallego, que esta vez no pudo contar con Fernando Vázquez en el banquillo como en la edición anterior, se impuso al palestino ante unas 1.000 personas (la capacidad máxima del estadio) en un ambiente de reivindicación independentista y solidaridad con Palestina.
Fashanu in memoriam
El 14 de diciembre, con la resaca de la adjudicación del mundial a los petrodólares cataríes, el presidente de la FIFA hacía unas declaraciones muy lógicas. Joseph Blatter decía en tono jocoso que “en Qatar gays y lesbianas deben abstenerse de cualquier actividad sexual”. Declaraciones lógicas, ya que en ese país la homosexualidad está gravemente penada. Y lógicas también porque el fútbol de hoy en día, al menos el de las altas esferas, está para recaudar dinero. Si para ello hay que cerrar los ojos ante las injusticias e incluso hacer alguna chanza al respecto, pues se hace, al fin y al cabo no hablamos de Venezuela, ni de Cuba, ni siquiera de Irán, estos son “de los nuestros”. De momento, claro.
¿Política? No, lo normal.
El 23 de diciembre se disputada en La Felguera el tradicional partido solidario entre amigos de David Villa y amigos del árbitro asturiano Mejuto González. 3.000 personas acudieron a ver el partido cuya recaudación será destinada a la Cruz Roja. Sin embargo, hubo otro invitado solidario inesperado. Varios trabajadores de la empresa Duro Felguera acudieron con una pancarta en defensa de los puestos de trabajo en la fábrica llangreana. Con ellos se solidarizaron los protagonistas allí presentes como Villa, Mejuto, Canella o Bilic, haciéndose una foto con la pancarta de apoyo a la emblemática empresa asturiana. Hay cosas que vemos tan normales apoyar que no nos damos cuenta de que también son acciones políticas.
A vueltas con Wikileaks
Wikileaks es una mina. Como no podía ser de otra forma, también toca el mundo del fútbol. Según un cable del 30 de diciembre, el fútbol búlgaro tiene conexiones con las mafias del país. Según este informe de la propia embajada búlgara, muchos partidos están amañados por las mafias de las apuestas. Parece que una de las causas del refugio de las mafias en el mundo del fútbol tiene que ver con la perestroika futbolística. Los clubes de fútbol no fueron una excepción en la privatización de empresas tras la caída de la URSS, y muchos de estos equipos acabaron en manos de empresarios de dudosa moral. De aquellos barros estos lodos.
A todo esto, ¿y Julian Assange? Cualquiera diría que es un preso de conciencia que ha sido convenientemente sacado del foco mediático. Nada, no puede ser, eso solo pasa en repúblicas bananeras tercermundistas...
FUENTE: "Los Ideales del Gol"